Un día vi uno de estos cascos con estética cyberpunk en internet, y acto seguido se me antojó hacerme uno. Pero no uno cualquiera. Ya que estamos tratando con esta temática ¿por qué no uno controlado por un Arduino desde el teléfono móvil? Vamos allá.
Estructura física.
El diseño original de este tipo de máscaras no sé realmente de dónde proviene… puede que sea de una tienda llamada tokyorobotics, pero no estoy completamente seguro de ello, ya que los he visto a la venta en sitios muy dispares y a decir verdad, están hechos a base de piezas bastante comunes, por lo que son muy fáciles de construir de forma casera: una máscara táctica de airsoft para la base, unos protectores faciales de cara completa, unas hélices de helicópteros radio control para las antenas, unos mosquetones y unos cuantos adornos comunes de cascos de motos y vinilos.
Yo compré uno ya pre-ensamblado por Aliexpress, ya que me salía casi al mismo precio que comprar las piezas por separado y me ahorraba el trabajo de ensamblármelo yo. De hecho, cuando llegó, le tuve que quitar algunas piezas que traía y que no me acababan de convencer para el diseño que tenía en mente.
También tuve que sustituir el velcro que utilizaban para unir las luces laterales al casco por anclajes impresos en 3D diseñados por mi.
Electrónica
El casco venía con un aro de luz blanco básico conectado a una pila y controlado por un interruptor, así como con dos luces blancas de bicicleta a los laterales, cada una de las cuales con su propio controlador y su propia batería recargable por USB. Todo activable de forma independiente.
Mi idea era cambiar el aro de luz por un aro direccionable RGB y sacar la electrónica de las luces laterales para sustituirla por mis propias tiras direccionables. Todo ello alimentado por la misma batería de móvil y controlado de manera unificada desde un Arduino Nano.
Comencé trasteando con mi Arduino y una tira led que tenía por casa, permitiendo los cambios de colores a través de comandos por puerto de serie, el control del brillo, las animaciones de encendido y apagado… pero no tardé mucho en darme cuenta de que el Arduino no iba a ser suficiente como para alimentar los 32 leds que tenía mi diseño (24 en el aro central y 8 en cada una de las bandas laterales), así que tuve que ingeniármelas para conectar la iluminación a una fuente externa.
El siguiente paso fue incorporar al diseño un módulo bluetooth JDY-08 que me permitiese controlar todo el dispositivo desde el móvil. Tras pelearme durante unos días con ello, y debugeando desde mi Flipper Zero, acabé descubriendo que el problema de comunicación se debía a que estaba utilizando una tasa de baudios incorrecta.
He de confesar que aprendí mucho sobre comunicación por puerto de serie, comandos AT y Bluetooth en general. También tuve que salir a comprar unas resistencias para hacer un divisor de tensión, ya que el pin de salida del Arduino hacia el módulo proporcionaba 5v mientras que el módulo (de baja potencia) esperaba 3v. Funcionaba igualmente, pero no quería arriesgarme a quemarlo o a reducir su vida útil.
Toques finales.
Una vez que la electrónica estaba en funcionamiento, diseñé e imprimí unos anclajes 3D para el Arduino, para el módulo bluetooth y para el aro central, soldé unos cuantos cables y anclé todo en sus respectivas posiciones en el interior del casco. (Para ello tuve que comprar unos tornillos más largos para sustituir algunos de los que venían de serie).
El difusor de luz de 4mm que había diseñado para el aro led, era demasiado ancho como para que cupiese en el interior del casco, por lo que tuve que rediseñarlo y sustituirlo por uno de 2mm. Debido a esto, no conseguí una iluminación totalmente uniforme en el aro, y es posible identificar los leds de manera individual.
Para comunicarme con el Arduino probé varias aplicaciones móviles que permitían conexión de serie bluetooth con dispositivos para enviar los bytes adecuados por una comunicación desde terminal. Finalmente me decanté por una llamada ArduinoBlue, ya que me permitía memorizar los comandos y asignarles un nombre, lo cual me ahorraba la necesidad de memorizar sus valores hexadecimales e introducirlos manualmente cada vez.
Finalmente ya solo resta diseñar una app para iPhone como el MockUp que se muestra en el vídeo, con una interface amigable y atractiva.
Como broche final, le puse el logo de El Centro cortado en vinilo en la frente. Me gusta este estilo de casco para algunas de las armaduras ligeras de Parámetro Zero.
Perspectivas futuras.
En un futuro cercano, tengo pensado hacer algunos cambios en el código del Arduino de manera que sea capaz de salvar la última configuración guardada, y de cargarla por defecto durante el arranque inicial. Actualmente siempre arranca con una configuración en blanco con el brillo al máximo.
También me gustaría cambiar la sujeción del casco a la cabeza por algo sólido en lugar de elástico, algo como un soporte de casco de soldadura, con la idea de instalarle unos servomotores que me permitan abrir y cerrar el casco de manera similar al de Iron Man o al de Gray Fox.
Conclusión.
He conseguido el casco casi casi como lo había imaginado (a excepción del problemilla con el difusor de luz demasiado estrecho).
Un casco totalmente alimentado por una única batería de móvil externa y cuya iluminación se controla de manera centralizada desde un teléfono móvil conectado por Bluetooth, permitiendo cambiar el color de manera uniforme, encenderlo y apagarlo mediante una animación, y regular la intensidad del brillo. Ha sido un proyecto muy interesante que espero poder utilizar en algún rol en vivo.
