El otro día vi un documental sobre la sonda “Nuevos Horizontes” y su paso por Plutón. En este documental, ya cerca del final, hablaban también sobre otra sonda más antigua, la “Voyager 1”.
Esta sonda, la “Voyager 1”, fue lanzada en 1977 con el propósito de explorar el sistema solar, y actualmente es considerado el objeto creado por el ser humano más alejado de la Tierra.
Pero además, protagoniza una bonita historia: El 14 de febrero de 1990, tras haber finalizado su misión principal y antes de abandonar el sistema solar y apagar su cámara para siempre, recibió a petición del astrónomo Carl Sagan la orden de girar su sensor fotográfico hacia atrás y tomar una serie de 60 imágenes a modo de retrato de nuestro sistema visto desde 6.000.000.000 Km.
Una de estas fotografías, la titulada “Pale blue dot”, nos permite ver la Tierra desde una perspectiva diferente, ocupando ésta un tamaño de 0,12 píxeles en medio de la inmensidad del espacio.
El propio Carl Sagan utilizó esta imagen como fuente de inspiración para mostrar su visión filosófica acerca del lugar del ser humano en el universo en su libro de 1994 “Pale Blue Dot: A Vision of the Human Future in Space”.
En el siguiente vídeo se puede escuchar su emotiva reflexión:
Como pequeño homenaje a esta bonita historia, sentí la necesidad de pintar un cuadro basado en esta fotografía.
Para ello, decidí utilizar únicamente cuatro colores: Los colores primarios de pigmento: cyan, magenta y amarillo, acompañados del color negro.
Los nombres que figuran en los botes no eran exactamente estos, sino que se llamaban “turquesa”, “frambuesa”, “amarillo limón” y “negro”. Pero bueno, eran los visualmente más parecidos a los que quería, así que no hubo problema.
Es la primera vez que iba a hace algo así, y no tenía mucha idea de cómo hacer estas cosas, pero el primer paso que di fue descomponer la imagen en estos cuatro colores y aumentar su saturación para ver la densidad de cada uno de ellos en las distintas zonas de la fotografía.
De esta forma pensaba que podría hacerme una idea más clara de lo que quería pintar.
Sin embargo, la imagen original es poco llamativa como podréis ver a continuación, así que finalmente decidí darle un enfoque más artístico y hacer algo un poco más abstracto.
Cogí el GIMP y empecé a juguetear con los colores, la saturación, el desenfoque… hasta que salió algo bonito, y tras una larga tarde de pintura, ensayo y error, finalmente quedé contento con el resultado.
Mi pequeño tributo a esta gran fotografía, fruto de la pasión del ser humano por explorar y entender el inmenso universo que nos rodea.
