Yo no soy un buen máster

Llevo jugando al rol y dirigiendo partidas desde hace 18 años. Comencé dirigiendo partidas de El Señor de los Anillos, para posteriormente pasar a D&D donde estuvimos un tiempo, seguido de Vampiro, Star Wars (Brevemente) y finalmente d20 moderno y NSd20. Actualmente nos encontramos jugando una campaña en una ambientación futurista propia (Parámetro Zero) que comencé a crear en 2010, aunque la primera partida de esta campaña tuvo lugar en 2012.
Durante todo este tiempo, tanto mis jugadores como yo, hemos evolucionado mucho en todos los sentidos, sin embargo he llegado a la conclusión de que no soy buen máster.

Esta reflexión me sobrevino tras la última partida que dirigí. Noté que pasadas las dos horas de juego, algunos de mis jugadores se empezaban a aburrir. En primer lugar pensé acortar las futuras sesiones y limitarlas a dos horas como máximo, de modo que el cansancio no afectase al desarrollo de la partida, pero ese no era el problema, ya que si una partida es entretenida, no importa lo larga o corta que sea. El problema era que no soy buen máster.

¿Por qué digo esto?

Existe una opinión colectiva que dice que el objetivo principal de un buen máster consiste en garantizar la diversión de sus jugadores, y estoy de acuerdo con dicha opinión, pero yo no lo hago.
Garantizar la diversión de mis jugadores es uno de mis objetivos, sí, pero no es mi objetivo principal. Mi objetivo principal es desarrollar una trama interesante (Aunque no siempre lo consigo).
Pero entonces ¿Por qué jugar al rol? Os preguntaréis. ¿Por qué no simplemente escribir un relato o rodar una película? (Que también). Buena pregunta.

Pues bien, desde mi punto de vista, el concepto de diversión es subjetivo, mientras que la trama es la que es. Me explico:

Hay jugadores que obtienen diversión entrando en una mazmorra, combatiendo con un montón de esbirros, acabando con su poderoso jefe y obteniendo una recompensa. Hay otros jugadores que obtienen su diversión formando parte de una buena escena interpretativa en torno a una mesa en una sala de reuniones. Otros que disfrutan creándose las fichas, intentando maximizar la eficiencia de sus personajes en cuestión de puntos y estadísticas. Otros, en cambio, se divierten escribiendo el trasfondo de sus personajes, dando vida y riqueza a sus historias, integrándolas en la trama del universo de juego.
Algunos prefieren la acción directa, los combates y las armas, mientras que otros prefieren vencer al oponente ridiculizándolo en una batalla dialéctica.
Hay jugadores que disfrutan con todos y cada uno de los aspectos mencionados anteriormente (afortunados) y otros que no disfrutan con ninguno de ellos (por suerte estos últimos no suelen jugar al rol, así que no debemos preocuparnos por ellos).

Como veis, hay multitud de fuentes de diversión diferentes, casi tantas como tipos de jugadores. A lo largo de una campaña puede haber diferentes tipos de partidas que apelen a los gustos de cada uno de estos tipos de jugadores, sin embargo es muy complicado introducir todos estos elementos simultáneamente en cada una de las partidas, por lo que me resulta prácticamente inevitable que durante ciertos momentos, algunos jugadores se aburran, se sientan inútiles o no sepan cómo contribuir al equipo, entrando en una espiral de negatividad que acaba arrastrando al resto de jugadores en detrimento de la interpretación y el avance de la trama.

Es es el motivo por el que he llegado a la conclusión de que no soy buen máster. Priorizo las buenas historias por encima de la diversión individual de cada uno de mis jugadores. Debido a eso, me he dado cuenta de que mis partidas solo resultan atractivas para un tipo muy concreto de jugadores: aquellos que obtienen su diversión del hecho de saber que forman parte de una trama interesante, enmarcada dentro de un trasfondo rico y bien cuidado, donde sus acciones pueden tener repercusiones no solo en la partida en concreto que estén jugando, sino a escala global dentro el universo de juego.

Me gustaría conseguir ser buen master y que todos mis jugadores se divirtiesen durante la duración de toda la partida, sí, pero no a cualquier coste. Para mi lo fundamental en una partida es la trama, y priorizar la diversión por encima del realismo y de la narrativa es algo que me va a costar mucho cambiar, principalmente porque no quiero hacerlo.

Ojalá tuviese la capacidad para poder compaginar ambas cosas, quizá algún día… pero parece ser que todavía me queda mucho por aprender.

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